Muy buenas a todos! Antes de contaros los dos últimos viajes (São Paulo en Navidad y Rio de janeiro en Nochevieja), os voy a resumir en esta entrada lo que ocurrió durante el resto del mes de diciembre.
A comienzos del mes, unos días después de regresar de Buenos Aires, terminó mi curso de portugués en la Universidad de Brasilia. Han llegado las vacaciones de verano a la uni, así que hasta marzo no volverá a haber cursos como el que he hecho. Algunos compañeros y yo estamos pensando en contratar al portero de la embajada para que nos dé clases particulares durante enero y febrero (ya lo hizo con becarios anteriores y estaban contentos con él). Después, decidiremos si continuamos con el portero o volvemos a la universidad.
El día 10 llegó el Clásico (Real Madrid – Barcelona) y aprovechamos la ocasión para reunirnos con amigos españoles y brasileños para verlo y después salir de fiesta para celebrar o olvidar, dependiendo de las simpatías de cada uno:
En la Embajada sigo estando muy contento con el trabajo y con mis compañeros. El mes de diciembre, sobre todo la segunda mitad, ha sido un poco extraño debido a que la mayoría de nuestros compañeros, incluyendo a los 2 jefes, se han ido de vacaciones. Hemos tenido menos trabajo y los cafés han estado mucho menos animados de lo habitual. Mirad, una foto del edificio, que visto desde arriba gana mucho:
A mediados del mes recibimos la visita de Antonio, el informático de São Paulo que también es el encargado de las oficinas de Brasilia y Asunción. Pasó una semana con nosotros, y el fin de semana le llevamos a hacer turismo, aunque sin demasiadas prisas porque volverá al menos un par de veces a lo largo del año. Así pues, le llevamos a ver la Ermita Don Bosco, el Pontão (una zona de bares muy agradable junto al lago) y el monumento a Juscelino Kubitschek (el presidente que construyó Brasilia):
Por último, no puedo olvidarme de la fiesta organizada por Adriel, un brasileño que vivió en nuestro piso hace años y desde entonces siempre ha tenido amistad con los becarios ICEX de cada generación, el día 17. Comimos churrasco desde media tarde hasta las 2 de la madrugada, y unos amigos suyos tocaron 4 horas de música en directo: